Entiendo el proceso de psicoterapia como la posibilidad de generar un espacio ideal para un diálogo receptivo, empático y libre de prejuicios. Creo en la importancia del lenguaje y en la posibilidad de nombrar las vivencias como medio para resignificar los acontecimientos. Por lo mismo, pongo la colaboración psicoterapeútica al servicio de las personas para propiciar conversaciones que les ayuden a abordar temas de importancia vital y construir opciones de futuro.