Terapia racional emotiva conductual: ¿funciona?

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En el siglo pasado, cuando la psicología estaba en pañales, Albert Ellis fue uno de los expertos en salud mental que destacó con apabullante fuerza para dejar un legado imborrable en el mundo de la psicología. Su obra más influyente y revolucionaria fue la terapia racional emotiva conductual (TREC), al ofrecer una sólida alternativa terapéutica al psicoanálisis, que en ese entonces gozaba de un papel protagónico. 

La genialidad de Ellis le valió reconocimiento mundial. Se posicionó tan alto como el famoso psicoanalista Sigmund Freud y hasta fue considerado como la segunda figura de mayor influencia en el ámbito de la psicología clínica del siglo XX, según la American Psychological Association Clinical & Counseling Divisions, entre otras distinciones. 

Antecedes de la terapia racional emotiva conductual

Además de sentirse inspirado por grandes hombres como Alfred Adler, padre del psicoanálisis individual o John Watson, padre del conductismo, es muy probable que la historia familiar de Ellis gestara su interés en el estudio de la mente humana, el bienestar de las personas y, por supuesto, en la creación de la terapia racional emotiva conductual

Basta saber que él y sus hermanos tuvieron que lidiar con la escasa atención y afecto de su padre, mientras que se enfrentaban con los altibajos emocionales de su madre, quien solía cerrarse en sí misma y se mostraba muy distante de sus hijos. Otro hecho que marcó la vida del controversial doctor en psicología, y que contribuyó en sus inclinaciones psicoterapéuticas, fue su larga estancia en el hospital por la amigdalitis y la inflamación del riñón que padeció cuando era niño, además de sufrir fobias.

Su más fuerte propósito de vida fue el implementar un tipo de terapia profunda y dinámica que se enfocara en las raíces y el origen del dolor, la agonía y el tormento humano. Su objetivo era lograr que los pacientes fueran capaces de trabajar arduamente a nivel racional, emocional y conductual para combatir y aminorar sus tendencias destructivas para dar fuerza a las constructivas.

Fue así como a mediados del siglo pasado, Ellis bautizó su propuesta terapéutica como “terapia racional” y la presentó en la Asociación Americana de Psicología. Tiempo después nombró su línea terapéutica como Terapia Racional Emotiva y 1993 comenzó a llamarla: Terapia Racional Emotiva Conductual.

Alcances y posibilidades de la terapia racional emotiva conductual

La terapia racional emotiva conductual (TREC) de Albert Ellis, sentó las bases de un modelo terapéutico que hoy día es aplicado por millones de terapeutas en todo el mundo. Uno de los fundamentos más sólidos de la terapia racional emotiva conductual (TREC) se sustenta en la filosofía griega de Epicteto que dicta: “Lo que nos perturba no es lo que ocurre, sino nuestros pensamientos sobre lo que nos ocurre”. 

La terapia racional emotiva conductual es un tipo de psicoterapia breve, donde se analizan las ideas irracionales y modelos de pensamiento que causan incomodidad e intranquilidad. Un punto medular es considerar que el mundo emocional estable o inestable de cada persona depende, en gran medida, de su sistema de creencias.

De ahí que uno de los principales objetivos de la terapia racional emotiva conductual sea el poder descartar las creencias o pensamientos destructivos para reemplazarlos por creencias o pensamientos más funcionales y constructivos. De ser así, los pacientes tendrán mayores posibilidades de resolver sus problemas y dar la cara a los retos, sinsabores y circunstancias adversas de la vida, sin tanto caos.

También este tipo de psicoterapia dota a los pacientes con las herramientas emocionales necesarias para construir y desarrollar relaciones interpersonales y afectivas más sanas

Otra de las metas que persigue la terapia racional emotiva conductual es concientizar a los pacientes sobre los altos costos emocionales al buscar culpables, en personas, circunstancias de vida y hasta en el destino, por el malestar que ellos y ellas sufren, así como erradicar la presión del “deber ser” que tanto agobio causa por las altas exigencias y un nivel de perfeccionismo inalcanzable. 

¿Cómo funciona la terapia racional emotiva conductual?

La Terapia Racional Emotiva Conductual se basa en una técnica eficaz y muy didáctica que contempla a los acontecimientos, simbolizados con la letra “A”, seguidos por las creencias, representadas por la letra B junto a las consecuencias emotivas o conductuales, que están constituidas por la letra C para conformar el modelo ABC.

Ahora veamos un ejemplo de cómo se aplica el modelo ABC de la Terapia Racional Emotiva Conductual.

  • A que es el acontecimiento o evento activante donde surge la pregunta: ¿Qué pasó? “El chico que me gusta pasó cerca de mí y ni siquiera me saludó”
  • B que son las creencias que surgen en relación al acontecimiento detonante (A). “No soy importante para él”, “seguro andaba pensando en otra chica”, “no valgo como persona”
  • C que son las consecuencias emocionales:  “Siento una enorme tristeza”, “no dejo de llorar”

Consecuencias conductuales

“Ahora que lo vea le voy a reclamar su falta de respeto”, “me voy a vengar”.

El esquema anterior es un ejemplo clásico del escenario o historia que se forma en la mente de algunas personas ante las conductas de otros o bajo algunas circunstancias desfavorables. Por ejemplo, en el caso anterior podría ser que el chico en cuestión simplemente pasó de largo porque estaba centrado en un asunto personal y perdió de vista lo que sucedía a su alrededor.

Pero para la chica que se sintió ignorada, calificó el incidente como un insulto a su persona. En este caso estamos hablando de ideas que se dan “de la nada”; es decir, sin que exista algo tangible que las avale.  También son conclusiones que surgen sin cuestionar la falta de pruebas para pensar de esa forma y que, en consecuencia, crean un gran dolor emocional y un alto grado de frustración. 

Para Ellis, este tipo de ideas irracionales bloquean la consecución de las metas personales, además de ser absolutistas. A diferencia de ello, las ideas racionales sí ayudan a la consecución de las metas y objetivos individuales y esto es lo que busca alcanzar la terapia racional emotiva conductual.

Como puede observarse, este modelo psicoterapéutico pretende ayudar al paciente a que comprenda sus propios patrones de pensamiento, así como analizar sus creencias, acciones y comportamientos que alteran su estabilidad emocional para cambiarlos por respuestas más funcionales. 

Finalmente, hay que resaltar que el compromiso del paciente es fundamental. Será de suma importancia que se apoye en su psicoterapeuta y ponga en práctica no sólo el modelo ABC sino que siga algunas instrucciones, tareas o sugerencias para alcanzar su bienestar integral. 

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Referencias: 

– Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú, (2015).  “Albert Ellis (1913-2007): life and work of a cognitive therapist”. 

-Psyciencia, (2018). “Albert Ellis, un terapeuta revolucionario”. https://www.psyciencia.com/albert-ellis-vida-y-obra-de-un-terapeuta-excentrico-y-confrontativo/#:~:text=Albert%20Ellis%20(1913%2D2007),psicolog%C3%ADa%3B%20una%20de%20ellas%2C%E2%80%A6

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