¿Los casi algo duelen más? ¿Por qué se convierten en todo?

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En algunas ocasiones, surgen relaciones confusas a las que llaman “casi algo”. Estas relaciones comparten características de una pareja convencional, como pasar tiempo juntos, disfrutar de actividades, tener intimidad, e incluso viajar, pero carecen del título formal de “relación de pareja”.

Al profundizar en terapia sobre la razón detrás de este tipo de vínculos, los pacientes mencionan la comodidad de tener un “casi algo” en lugar de una relación de pareja formal. La razón radica en la ocupación y la conveniencia, ya que mantener un vínculo informal les demanda menos esfuerzo, permitiéndoles disfrutar de los beneficios de una relación sin asumir las responsabilidades asociadas.

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Caso de un casi algo

Recientemente, una paciente, Marisela, compartió su experiencia. Esta joven de 30 años inició un vínculo “casual” con su mejor amigo, Roberto. Aunque al principio todo marchaba bien, la relación se desmoronó cuando Roberto empezó a coquetear con las amigas de Marisela. Esta traición provocó una ruptura, dejando a Marisela herida y sin hablarse con él, poniendo fin a su amistad.

Se destaca el riesgo inherente a este tipo de vínculos, ya que pueden terminar de manera positiva o negativa. Estas relaciones intensas, que avanzan rápidamente y carecen de límites claros, pueden involucrar sentimientos sin previo aviso. Recomienda abordar estos sentimientos desde el principio para evitar malentendidos.

¿Cómo evitar que los casi algo duelan tanto?

Es esencial analizar tanto los beneficios como los costos emocionales de un “casi algo”. La teoría del apego sugiere que estas relaciones pueden evolucionar hacia algo más profundo, especialmente si hay una conexión de apego. Se identifica el apego ambivalente como un descriptor adecuado, ya que implica sentimientos positivos y afectuosos, pero al mismo tiempo, la falta de compromiso genera confusión emocional. Algunas recomendaciones para quienes tienen un “casi algo”:

  1. Conciencia de los costos y beneficios de la relación.
  2. Comunicación de necesidades desde la responsabilidad afectiva.
  3. Discusión de las expectativas mutuas.
  4. Honestidad consigo mismo/a.
  5. Identificación del tipo de vínculo buscado.
  6. Reconocimiento de la posibilidad de terminar la relación si esta deja de ser cómoda.
  7. Toma terapia psicológica para tener un soporte emocional

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