La depresión puede tener un componente hereditario, aunque no se transmite de forma directa como una enfermedad física. Lo que se hereda es una mayor vulnerabilidad genética, que puede aumentar las probabilidades de desarrollar depresión ante ciertas situaciones o experiencias de vida.
Esto significa que tener familiares con depresión no garantiza que una persona también la padezca, pero sí puede influir. Los factores genéticos, combinados con el entorno, el aprendizaje de los estilos de afrontamiento, las experiencias emocionales y el estilo de vida, son los que determinan si la depresión aparece o no.
En este artículo hablamos de:
¿Por qué se dice que la depresión puede ser hereditaria?
La idea de que la depresión puede ser hereditaria se basa en estudios que muestran una relación entre la genética y el riesgo de padecerla. Sin embargo, no es el único factor que influye.
- Predisposición genética: algunas personas nacen con una mayor sensibilidad emocional o química cerebral distinta.
- Antecedentes familiares: tener familiares con depresión aumenta el riesgo, pero no lo determina.
- Factores biológicos: los desequilibrios en neurotransmisores pueden transmitirse parcialmente.
- Entorno compartido: el ambiente familiar también influye en cómo se manejan las emociones.
- Interacción genes-ambiente: la genética puede activarse ante experiencias estresantes o traumáticas.
La herencia puede influir, pero no define el destino. Con apoyo psicológico y autocuidado, es posible prevenir o manejar la depresión de manera efectiva.
La genética y la depresión
La genética juega un papel importante en la depresión, pero no actúa sola. Estudios científicos han identificado ciertos genes que afectan el funcionamiento de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, los cuales regulan el estado de ánimo. Cuando estos sistemas se alteran, la persona puede volverse más vulnerable a la tristeza o la ansiedad.
Sin embargo, la genética solo explica una parte del problema. Factores como el estrés, las pérdidas, el trauma o la falta de apoyo emocional son igual o más determinantes. En otras palabras, los genes predisponen, pero el entorno y las experiencias activan o no esa predisposición.
¿Es la depresión hereditaria?
Sí — la evidencia científica indica que la Depresión mayor (o trastorno depresivo mayor) posee un componente hereditario, aunque no se trata de un factor determinante absoluto. Es decir, los genes influyen, pero no lo explican todo.
Principales hallazgos:
- Estudios con gemelos muestran que la heredabilidad de la depresión mayor se estima aproximadamente entre 30 % y 50 %. Stanford Medicine
- Por ejemplo, en una muestra grande sueca se halló una heredabilidad estimada entre 28 % y 44 % para depresión mayor. PMC
- Estudios familiares indican que tener un pariente de primer grado (padre/s madre, hermano/a) con depresión incrementa el riesgo de por vida en aproximadamente 2 a 3 veces respecto a la población general. Stanford Medicine
- Aun así, los científicos señalan que la genética sólo representa una parte del riesgo; factores ambientales, sociales, psicológicos y de estilo de vida también tienen un papel clave.
Importante tener en cuenta
- No existe un “gen de la depresión” único: la depresión es poligénica, es decir, involucra muchas variantes genéticas de pequeño efecto en combinación. Nature+1
- Aunque haya predisposición genética, no asegura que la persona desarrolle depresión. Será la interacción entre genes + ambiente (estrés, trauma, enfermedades, etc.) la que generalmente determine si aparece o no. PMC+1
- El hecho de tener antecedentes familiares puede servir para estar más alertas, pero no implica culpa ni determina inevitablemente el futuro.
La depresión sí tiene un componente genético significativo , pero no es el único factor. Conociendo esto, se puede actuar tempranamente para fortalecer otros aspectos (como estilo de vida, apoyo emocional, hábitos saludables) y reducir el riesgo global de padecerla.
¿Debo sentir culpabilidad si mi hijo o hija hereda depresión?
Sentir culpa es una reacción común, pero es importante entender que la depresión no es una elección ni una falla de crianza. Es una condición compleja donde influyen muchos factores.
- Comprensión: nadie elige transmitir una predisposición genética.
- Apoyo: lo importante es ofrecer comprensión y acompañamiento emocional.
- Información: conocer los riesgos permite actuar a tiempo y buscar ayuda profesional.
- Prevención: fomentar hábitos saludables y una comunicación abierta ayuda a reducir el impacto.
- Aceptación: reconocer la situación sin culpa es clave para apoyar mejor a tus hijos.
La culpa no ayuda, pero el acompañamiento sí. Estar presente, escuchar y buscar orientación profesional marca una gran diferencia en el bienestar familiar.
¿Qué otras causas puede tener la depresión?
La depresión no tiene una sola causa; suele surgir de la combinación de varios factores biológicos, psicológicos y sociales.
- Estrés prolongado: las presiones constantes pueden agotar los recursos emocionales.
- Traumas pasados: experiencias dolorosas no resueltas pueden dejar huellas emocionales.
- Problemas hormonales: cambios en el sistema endocrino pueden afectar el estado de ánimo.
- Aislamiento social: la falta de vínculos o apoyo emocional incrementa la vulnerabilidad.
- Consumo de sustancias: el abuso de alcohol o drogas puede desencadenar o agravar la depresión.
Comprender las diferentes causas ayuda a abordarla desde distintos frentes. Cada persona vive la depresión de forma única, por eso el tratamiento debe ser personalizado.
La depresión ataca a cualquiera
La depresión no distingue edad, género, estatus económico ni personalidad. Puede afectar a cualquier persona, incluso a quienes parecen tener una vida estable o exitosa. Es una condición que responde tanto a factores internos como externos, y no siempre tiene una causa visible.
Muchas veces, quienes la padecen no buscan ayuda por miedo al juicio o por creer que deben “ser fuertes”. Sin embargo, reconocer que se necesita apoyo no es debilidad, sino una muestra de valentía y amor propio. La depresión puede tratarse y superarse con el acompañamiento adecuado.
¿Qué hacer si tengo depresión?
Si sospechas que podrías tener depresión, lo más importante es actuar a tiempo y no enfrentarla solo. Hay pasos concretos que pueden ayudarte a comenzar tu recuperación.
- Aceptar: reconocer que algo no está bien es el primer paso para mejorar.
- Hablar: compartir lo que sientes con alguien de confianza o un psicólogo en línea.
- Cuidar tu cuerpo: dormir, comer bien y mantener cierta rutina diaria.
- Evitar el aislamiento: mantener contacto con personas que te apoyen.
- Buscar ayuda profesional: un psicólogo online puede ayudarte a entender lo que sientes y brindarte herramientas.
Dar el primer paso hacia la ayuda es un acto de valor. La depresión tiene tratamiento y con apoyo profesional puedes recuperar tu bienestar y equilibrio emocional.
La importancia de buscar ayuda
Buscar ayuda profesional es esencial para tratar la depresión de manera efectiva. Los psicólogos en línea o presencial puede ofrecerte acompañamiento, orientación y técnicas para comprender tus emociones y fortalecer tu salud mental.
Pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de fortaleza. La depresión no se supera en soledad, y con la orientación adecuada es posible recuperar la energía, la esperanza y el equilibrio emocional. Buscar apoyo es una forma de cuidar tu vida y priorizar tu bienestar.

