Acatisia: qué es, por qué se da y sus tratamientos

acatisia

La acatisia es un trastorno que impacta significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Caracterizada por una sensación incontrolable de inquietud y la necesidad constante de moverse, esta condición no solo afecta el bienestar físico sino también el mental.

La incapacidad para mantenerse quieto es un síntoma que puede aparecer en personas con acatisia. Se siente como una urgencia constante de moverse, incluso cuando no hay razón para hacerlo.

Su comprensión y tratamiento adecuado son esenciales para mejorar la vida de los afectados. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la acatisia, sus síntomas, causas, diagnóstico, y las opciones de tratamiento disponibles, incluyendo la importancia de la terapia psicológica.

¿Qué es la Acatisia?

La acatisia es un problema que hace que una persona no pueda quedarse quieta. Aunque quiera estar tranquila, siente una necesidad muy fuerte de moverse. Es como si su cuerpo no pudiera estar en paz. A veces, camina sin parar, mueve las piernas o se siente muy incómoda todo el tiempo.

La acatisia es un trastorno del movimiento que se manifiesta como una sensación de inquietud extrema. Las personas que la experimentan a menudo describen una urgencia imperiosa de moverse, acompañada de una incapacidad para permanecer quietos. Este trastorno puede ser primario, relacionado con alteraciones neurológicas, o secundario, como efecto adverso de ciertos medicamentos.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) y sus publicaciones, como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) la acatisia se clasifica generalmente dentro de los trastornos del movimiento inducidos por medicamentos, especialmente como un efecto secundario de ciertos medicamentos antipsicóticos, aunque también puede ser causada por otros tipos de fármacos.

Características de una persona con acatisia

Estas podrían ser algunas de las características de una persona con acatisia:

  • No puede quedarse quieta, incluso cuando lo intenta.
  • Mueve constantemente las piernas o camina de un lado a otro.
  • Se siente muy inquieta por dentro, como si algo la desesperara.
  • Dice que está incómoda sin saber exactamente por qué.
  • Tiene dificultad para dormir por la necesidad de moverse.
  • Puede estar irritable o ansiosa, aunque no haya un motivo claro.
  • Suele estar en tratamiento con medicamentos psiquiátricos, como antipsicóticos o antidepresivos.
  • Le cuesta concentrarse, porque la incomodidad física la distrae.
  • Se nota agotada por no poder descansar ni relajarse del todo.

Síntomas

Existen algunos síntomas de la acatisia que pueden ayudarte a identificarla, estos son algunos de los más comunes:

  • Sensación de inquietud: Una necesidad imperiosa de moverse, a menudo acompañada de ansiedad.
  • Incapacidad para permanecer quieto: Dificultad para sentarse o estar de pie sin moverse.
  • Movimientos repetitivos: Como balanceo de las piernas, marcha en el sitio, o frotamiento de las manos.
  • Ansiedad y estrés: Resultantes de la incapacidad para aliviar la sensación de inquietud.
  • Mover las piernas sin parar.
  • Caminar de un lado a otro sin motivo.
  • No poder sentarse tranquilo.
  • Sentir mucha inquietud en el cuerpo.
  • Decir que se sienten “incómodos” o como si algo estuviera mal.
  • Estar muy nervioso o desesperado sin razón clara.

Causas

Las causas de la acatisia pueden dividirse en dos categorías principales:

  • Medicamentos psiquiátricos: Como los que se usan para tratar la esquizofrenia o la depresión.
  • Cambios bruscos en las dosis de un medicamento: Como subir o bajar rápido una medicina.
  • Dejar un medicamento de golpe: Sobre todo si era para el cerebro o las emociones.
  • Algunas enfermedades neurológicas: Problemas del cerebro que afectan el movimiento.
  • Condiciones médicas: En algunos casos, la acatisia puede ser síntoma de trastornos neurológicos o como efecto secundario de otras condiciones médicas.
  • Uso de drogas o alcohol: En algunos casos también puede provocar acatisia.

¿Cómo calmar la acatisia?

Si consideras que estás padeciendo acatisia, estas son algunas de las recomendaciones que podrías aplicar para poder calmarla con tus recursos:

  • Habla con tu médico de inmediato: No ajustes ni suspendas medicamentos por tu cuenta.
  • Revisa los medicamentos que tomas: A veces solo se necesita cambiar la dosis o el tipo de medicina.
  • Practica respiración profunda o meditación: Ayuda a calmar la ansiedad y la sensación de desesperación.
  • Haz actividades suaves como caminar despacio o estirarte: Eso canaliza la necesidad de moverse sin que sea dañino.
  • Evita el café, alcohol u otras sustancias que alteren el sistema nervioso: Pueden empeorar los síntomas.
  • Haz pausas y descansos durante el día: Buscar momentos tranquilos ayuda al cuerpo a relajarse.
  • Acude a terapia psicológica: Para aprender a manejar el malestar emocional que acompaña a la acatisia.
  • Lleva un diario de síntomas: Anotar lo que sientes y cuándo ocurre puede ayudar a los médicos a darte un mejor tratamiento.

Diagnóstico de acatisia

El diagnóstico de la acatisia se basa principalmente en la evaluación clínica de los síntomas reportados por el paciente, junto con un análisis detallado de su historial médico y medicamentoso. No existe una prueba específica para la acatisia, por lo que el diagnóstico puede ser un proceso de eliminación para descartar otras condiciones. Para diagnosticar la acatisia, los profesionales de la salud mental y médicos pueden seguir estos pasos:

  1. Evaluación clínica: Se realiza una evaluación detallada de los síntomas, incluyendo la duración, la intensidad y el impacto de la inquietud en la vida diaria del paciente. Es crucial diferenciar la acatisia de otros trastornos que también pueden incluir inquietud, como el síndrome de piernas inquietas o la ansiedad.
  2. Historial médico y de medicación: Se revisa el historial médico y de medicación del paciente para identificar el uso de medicamentos que puedan inducir acatisia, como antipsicóticos, antidepresivos, y algunos medicamentos para el tratamiento de náuseas y vértigo.
  3. Observación: En algunos casos, la observación del comportamiento del paciente puede proporcionar evidencia clara de acatisia, especialmente si muestra una necesidad constante de moverse o una incapacidad para permanecer sentado o quieto.
  4. Descarte de otras condiciones: Es importante descartar otras condiciones médicas o psiquiátricas que puedan causar síntomas similares.

¿Dónde acudir por ayuda?

Si necesitas ayuda puedes acudir a clínicas, o centros de salud pero también existen algunas otras opciones tales:

  • Psicólogos o psiquiatras: Son especialistas que pueden ayudarte si los síntomas vienen de medicamentos para la mente.
  • Médico general: Si no sabes por dónde empezar, un médico puede orientarte.
  • Centros de salud mental: Lugares donde dan atención para este tipo de problemas.
  • Terapia en línea: Plataformas como Terapify también ofrecen apoyo profesional desde casa.
  • Líneas de ayuda emocional: En México, puedes llamar a la Línea de la Vida (800 911 2000).

Tratamiento

El tratamiento de la acatisia puede incluir la reducción de la dosis del medicamento causante, la sustitución por otro medicamento menos propenso a causar acatisia, o el uso de medicamentos adicionales para tratar sus síntomas, como benzodiazepinas o medicamentos beta-bloqueantes.

  • Terapia psicológica: Para aprender a manejar la ansiedad o el malestar que acompaña la acatisia.
  • Ajuste de medicación: Si es inducida por medicamentos, ajustar o cambiar la medicación puede aliviar los síntomas.
  • Medicamentos para la acatisia: En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos específicos para tratar los síntomas.
  • Manejo de síntomas: Estrategias para manejar la ansiedad y el estrés pueden ayudar a controlar la sensación de inquietud.
  • Técnicas de relajación: Como respiración profunda o meditación para ayudar a calmar el cuerpo.
  • Seguimiento médico constante: Es importante no dejar el tratamiento solo porque se siente mejor. Todo cambio debe ser con ayuda de un profesional.

Es importante que el manejo de la acatisia se realice bajo supervisión médica, ya que un ajuste inadecuado de la medicación puede llevar a la exacerbación de los síntomas o al desarrollo de otros efectos secundarios.

Consecuencias de la acatisia

Estas son algunas de las consecuencias de la acatisia, si no es tratada:

  • Cansancio físico extremo: Por moverse todo el tiempo sin descanso.
  • Ansiedad constante: La sensación de inquietud puede generar mucho malestar emocional.
  • Problemas para dormir: La necesidad de moverse impide descansar bien por las noches.
  • Dificultad para concentrarse: Es difícil enfocarse en tareas cuando el cuerpo no se calma.
  • Irritabilidad y cambios de humor: La incomodidad puede provocar enojo o frustración.
  • Aislamiento social: Algunas personas evitan salir o convivir por miedo a sentirse mal.
  • Baja calidad de vida: La persona no se siente bien consigo misma ni con su entorno.
  • Riesgo de suspender el tratamiento psiquiátrico: Algunas personas dejan sus medicamentos por los efectos molestos, lo cual puede empeorar otros síntomas.

La importancia de buscar ayuda

La terapia psicológica juega un papel crucial en el manejo de la acatisia, especialmente cuando esta está acompañada de ansiedad y estrés. La terapia cognitivo-conductual (TCC), por ejemplo, puede ayudar a los pacientes a desarrollar estrategias de afrontamiento para manejar la inquietud y la ansiedad. Además, técnicas de relajación y mindfulness pueden ser efectivas para mejorar el bienestar mental y físico de los afectados.

La acatisia es un trastorno complejo que requiere una comprensión profunda y un enfoque multidisciplinario para su tratamiento. Aunque los desafíos son significativos, la combinación de ajustes en la medicación, estrategias de manejo de síntomas, y terapia psicológica ofrece una ruta prometedora hacia la mejora.

La terapia psicológica, en particular, es esencial para abordar los aspectos emocionales y conductuales de la acatisia, permitiendo a los pacientes recuperar el control sobre su bienestar. Con el apoyo adecuado, es posible gestionar los síntomas de la acatisia y mejorar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.

Este contenido es informativo y ha sido revisado por nuestro equipo clínico. Ten en cuenta que no sustituye las recomendaciones personalizadas que un psicólogo puede darte en consulta. Si sientes que necesitas apoyo psicológico, no dudes en buscar ayuda. Aquí puedes encontrar psicólogos acreditados que están listos para ayudarte.

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Fuentes

  1. American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ta ed.). American Psychiatric Publishing.
  2. Sadock, B. J., Sadock, V. A., & Ruiz, P. (2015). Kaplan & Sadock. Sinopsis de psiquiatría: Ciencias de la conducta/Psiquiatría clínica (11ª ed.). Wolters Kluwer.
  3. Golan, D. E. (2017). Principios de farmacología: Las bases fisiopatológicas del tratamiento farmacológico (4ta ed.). Wolters Kluwer Health.