Pasivo agresivo: ¿Cómo es una persona pasivo agresiva?

El comportamiento pasivo-agresivo es un estilo de comunicación en el que una persona expresa de manera indirecta sus sentimientos de enojo, frustración o descontento. En lugar de enfrentar de manera abierta un conflicto o expresar sus emociones de forma directa, utiliza actitudes evasivas, comentarios sarcásticos o conductas que sugieren resentimiento, pero sin abordar el problema de manera clara.

La característica más notable de la conducta pasivo agresiva es la resistencia ante las exigencias de otros, tal resistencia se manifiesta a través de expresiones como la dilación, el olvido, la terquedad, entre otras. De igual forma este comportamiento se manifiesta con actitudes derrotistas y negativas.

¿Qué es la conducta pasivo agresiva? 

Una persona pasivo-agresiva es alguien que dice que todo está bien, pero actúa como si estuviera enojado o molesto. No dice lo que siente con palabras, pero lo demuestra con su actitud o acciones.

La conducta pasivo-agresivo es una forma de expresar sentimientos de enojo o frustración de manera indirecta, en lugar de hacerlo de forma clara o abierta. Las personas que adoptan este estilo suelen evitar el conflicto directo, pero expresan su malestar a través de acciones o comentarios sutiles. Aquí te detallo algunas características comunes del comportamiento pasivo-agresivo:

  1. Sarcasmo o comentarios indirectos: En lugar de expresar una queja de manera abierta, utilizan frases sarcásticas o con doble sentido, lo que genera confusión en la otra persona.
  2. Retrasos o procrastinación: Evitan cumplir con tareas o responsabilidades como una forma de demostrar su descontento, aunque no lo expresen verbalmente.
  3. Evasión: En lugar de confrontar una situación, pueden ignorar o evitar a la persona o el problema que les molesta.
  4. Falsa cooperación: Fingir estar de acuerdo o colaborar, pero luego no seguir con lo acordado o hacerlo mal a propósito.
  5. Victimización: Se posicionan como la víctima, sugiriendo que los demás son injustos con ellos o que no son comprendidos, sin asumir responsabilidad por su parte en el conflicto.
  6. Resentimiento acumulado: Guardan sus frustraciones o enojo en lugar de expresarlos de manera saludable, lo que lleva a un comportamiento explosivo o manipulador cuando ya no pueden contener sus emociones.
  7. Silencio o tratamiento de indiferencia: Pueden optar por no hablar o ignorar a la persona con la que están molestos como una forma de castigo sin tener que confrontar el problema directamente.

Perfil de una persona pasivo-agresiva

  • Dice “no pasa nada” pero se nota molesto.
  • Evita decir lo que realmente piensa.
  • Hace cosas que parecen “sin querer”, pero lastiman.
  • Llega tarde a propósito o no cumple promesas.
  • Usa el silencio para castigar.
  • Pone mala cara o hace comentarios sarcásticos.
  • Hace ver que todo está bien, pero se comporta de forma grosera.

El comportamiento pasivo-agresivo puede dañar las relaciones y generar malentendidos, ya que es difícil para los demás entender lo que realmente está pasando. Es importante aprender a expresar las emociones de forma asertiva para evitar este tipo de dinámicas.

¿Qué es una persona pasivo agresiva?

Una persona pasivo-agresiva es alguien que no dice directamente lo que le molesta, pero lo demuestra con su comportamiento. Puede demostrarlo a través de bromas, sarcasmo, falsa cooperación o hasta victimización, es una persona que se enoja pero no lo demuestra inmediatamente.

Una persona pasivo-agresiva expresa su malestar o frustración de manera indirecta, evitando confrontaciones directas. Este comportamiento se manifiesta a través de actitudes como la procrastinación, el sarcasmo, el desinterés aparente o el incumplimiento de compromisos.

En lugar de expresar sus emociones o desacuerdos de forma abierta, las personas con este rasgo suelen recurrir a conductas que generan confusión o frustración en los demás, creando un ambiente de tensión que a menudo no se aborda directamente.

Causas del pasivo-agresivo

El pasivo-agresivismo puede tener raíces en experiencias pasadas, como haber crecido en entornos donde expresar emociones negativas no era aceptado, lo que lleva a reprimirlas y manifestarlas de forma encubierta. Estas son algunas de las causas más comunes:

  • Miedo al conflicto: Prefiere evitar discusiones y por eso no dice lo que realmente piensa.
  • Falta de habilidades para comunicar emociones: No sabe cómo expresar su enojo o frustración de forma sana.
  • Crianzas muy estrictas: Aprendió desde pequeño que expresar enojo era “malo” o castigado.
  • Baja autoestima: Siente que sus opiniones no valen o teme ser rechazado si dice lo que siente.
  • Acumulación de resentimiento: Guarda molestias sin decirlas hasta que salen de forma indirecta.
  • Ambientes familiares o sociales donde no se permitía hablar con libertad: Se acostumbró a callar lo que siente.
  • Deseo de castigar sin ser directo: Usa su actitud para mostrar enojo sin tener que enfrentarlo.
  • Influencia de traumas o experiencias pasadas: Situaciones dolorosas pueden dejar huellas en la forma de relacionarse.

No hay una causa específica, pero se han identificado una serie de factores de riesgo que podrían intervenir en el desarrollo de este tipo de trastorno. Estos factores pueden ser biológicos, psicológicos y ambientales. Existen estudios que sugieren que podría haber una predisposición genética que lleva al desarrollo de tal conducta.

Este comportamiento puede afectar las relaciones personales, laborales y familiares, ya que dificulta la comunicación efectiva. Identificar y trabajar estas actitudes, generalmente a través de la terapia psicológica, es fundamental para mejorar la asertividad y establecer relaciones más saludables y transparentes.

Tipos de personas pasivo-agresivas

Existen algunos tipos de personas pasivo-agresivas, estos son algunos de los más comunes y sus comportamientos:

  • El procrastinador crónico: Retrasa constantemente tareas o compromisos importantes como una forma de resistencia silenciosa.
  • El sarcástico constante: Utiliza comentarios irónicos o burlones para expresar su enojo o desacuerdo sin afrontarlo directamente.
  • El evitador de conflictos: Prefiere ignorar o evadir discusiones importantes, dejando asuntos sin resolver para no enfrentar las emociones incómodas.
  • El que incumple compromisos: Acepta responsabilidades pero deliberadamente no las cumple o las realiza mal como forma de expresar oposición.
  • El que usa el silencio como castigo: Opta por ignorar o dejar de hablar con los demás para mostrar su descontento de manera pasiva.
  • El indirectamente crítico: Hace críticas disfrazadas de cumplidos o comentarios ambiguos para manifestar su descontento.
  • El que perpetúa la víctima: Asume constantemente el rol de víctima, culpando a los demás por sus problemas o fracasos, evitando asumir responsabilidad.

Identificar estos comportamientos ayuda a abordarlos de manera efectiva y a mejorar las dinámicas relacionales.

Síntomas de la conducta pasiva agresiva

La conducta pasivo agresiva puede identificarse a través de una serie de síntomas que presentaremos:

  • Comportamiento pasivo-resistente, lo que significa una constante resistencia a cumplir con tus obligaciones sociales y laborales.
  • Procrastinación que lleva con frecuencia a retrasar o ignorar las tareas y responsabilidades, y evitar tomar decisiones o asumir compromisos.
  • Actitud desafiante hacia la autoridad o las figuras de poder, incluso hostilidad de forma indirecta hacia las autoridades.
  • Comportamiento obstruccionista que dificulta el trabajo de los demás y genera problemas en las relaciones interpersonales.
  • Resentimiento los que te imponen demandas o responsabilidades, este resentimiento puede mantenerse durante largos períodos, y llevarte a tomar represalias de forma indirecta o pasiva.

Estos síntomas generan comportamientos desagradables e irritables hacia otros, y pueden manifestarse con una actitud cínica, obstinada e incluso quejumbrosa.

Ejemplos de comportamiento pasivo-agresivo

Estos son algunos de los ejemplos de cómo se puede comportar una persona pasivo-agresiva:

  • Te dice que va a ayudarte, pero no lo hace.
  • Se queda callado cuando está enojado en lugar de decirlo.
  • Te ignora sin razón, aunque antes estaba bien.
  • Hace bromas pesadas y luego dice “era solo broma”.
  • Te culpa de cosas sin decírtelo directo, con indirectas.

Es importante tener en cuenta que ante la presencia de uno o más de estas señales lo mejor es buscar la ayuda de un experto de la salud mental que confirme si las señales que presentas realmente se deben a este trastorno.

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¿Cómo es la comunicación pasivo-agresiva?

La comunicación pasivo-agresiva es un estilo en el que una persona expresa sus emociones, generalmente negativas, de manera indirecta. En lugar de confrontar un problema o expresar lo que siente de manera clara, la persona recurre a comportamientos que transmiten su malestar de forma sutil o encubierta.

Este tipo de comunicación puede ser difícil de identificar porque, en la superficie, la persona puede parecer tranquila o cooperativa, pero sus acciones, tono o comentarios implican lo contrario. Algunos ejemplos de comunicación pasivo-agresiva incluyen:

  1. Sarcasmo: Responder con comentarios sarcásticos en lugar de expresar lo que realmente se piensa.
  2. Retrasar o posponer: Demorar intencionalmente el cumplimiento de tareas para mostrar descontento.
  3. Olvidos “accidentales”: No cumplir con compromisos o ignorar peticiones, justificándolo como un olvido o descuido.
  4. Comentarios ambiguos: Hacer declaraciones que parecen neutrales, pero que contienen un trasfondo de crítica o resentimiento.
  5. Dar el “tratamiento de silencio”: Negarse a hablar o responder como una forma de castigar o evitar confrontar el problema.

Este tipo de comunicación puede ser dañina, ya que dificulta la resolución efectiva de los conflictos y crea una atmósfera de tensión y frustración en las relaciones personales o laborales.

Ejemplos de comentarios pasivo agresivo

Los comentarios pasivo-agresivos suelen parecer inocentes o superficiales, pero llevan un trasfondo de crítica o resentimiento. Aquí algunos ejemplos comunes de comentarios pasivo-agresivos:

  1. “No, no pasa nada. Haz lo que quieras.”
    Aunque parece que está dando libertad, en realidad puede estar mostrando enojo o desacuerdo sin expresarlo abiertamente.
  2. “Pensé que ya lo sabías, pero bueno, no todos podemos ser perfectos.”
    Este comentario disfraza una crítica como un cumplido o una observación, dejando a la otra persona sintiéndose mal sin que el comentario sea explícitamente ofensivo.
  3. “Qué suerte tienes, yo nunca tendría tanto tiempo libre como tú.”
    Detrás de esta frase parece haber una crítica al uso del tiempo de la otra persona, en lugar de una observación genuina.
  4. “Claro, yo siempre soy el que tiene la culpa, ¿verdad?”
    Aquí se está usando el sarcasmo para expresar frustración o resentimiento, en lugar de abordar el problema directamente.
  5. “No te preocupes, yo lo hago. Total, siempre termino haciéndolo todo.”
    Aunque la persona se ofrece para realizar la tarea, lo hace de manera que insinúa que siente que siempre le toca cargar con las responsabilidades.
  6. “¡Qué bien te quedó! Para ser tu primera vez, no está tan mal.”
    Aparentemente es un cumplido, pero en realidad disminuye el logro o esfuerzo de la otra persona.

Estos comentarios crean confusión y malestar porque no abordan los problemas de manera directa. La comunicación clara y asertiva es clave para evitar este tipo de interacciones negativas.

¿Cómo actuar ante comentarios pasivo-agresivos?

Si por algún motivo llegas a encontrar a una persona que exprese comentarios pasivo-agresivos, puedes seguir esta guía para no caer en su juego:

  • Mantén la calma: No respondas con enojo, eso solo empeora la situación.
  • No lo tomes personal: Muchas veces el comentario refleja lo que la otra persona siente, no algo que tú hiciste.
  • Haz preguntas claras: Puedes decir con tranquilidad: “¿Eso fue en serio o es una broma?” o “¿Qué quieres decir con eso?”
  • Pon límites sanos: Si el comentario te hiere, puedes decir: “Prefiero que me hables de forma directa si algo te molesta”.
  • No entres en el juego: Evita responder con otra indirecta o sarcasmo.
  • Fomenta la comunicación abierta: Invita a la persona a decir lo que realmente piensa o siente.
  • Aléjate si es necesario: Si la actitud es constante y dañina, está bien tomar distancia o pedir ayuda.
  • Busca apoyo si te afecta mucho: Hablar con un psicólogo puede ayudarte a manejar mejor este tipo de situaciones.

¿Cómo lidiar con personas pasivo-agresivas?

Si por el contrario, a diario tienes que lidiar con personas pasivo-agresivas, es importante que sigas estos consejos para tener una buena relación:

  • Habla con calma y sin pelear.
  • Pregunta con cariño si algo les molesta.
  • No respondas con enojo, eso puede empeorar las cosas.
  • Ayuda a que hablen con honestidad, poco a poco.
  • Invítalos a buscar ayuda si el problema es constante.
  • Pon límites sanos si su actitud te hace daño.

Lidiar con personas pasivo-agresivas puede ser desgastante y confuso, sobre todo cuando uno solo quiere llevar una relación sana y honesta. Es importante recordar que muchas veces estas personas actúan así porque no saben cómo expresar lo que sienten o temen ser rechazadas si lo hacen.

¿Qué hacer si soy una persona pasivo-agresiva?

Si tú mismo te das cuenta de que actúas con sarcasmo, haces cosas con mala gana o no dices lo que sientes pero lo demuestras con tu actitud, es posible que estés teniendo un comportamiento pasivo-agresivo. Lo bueno es que eso se puede cambiar con ayuda y con práctica.

Diagnóstico

Un psicólogo te puede ayudarte a saber si tienes este tipo de comportamiento. Ellos no te juzgan, solo te escuchan y te ayudan a entenderte mejor. A veces, este tipo de actitud viene de cosas que aprendiste desde pequeño o de emociones que no sabes cómo expresar. El diagnóstico puede hacer cualquiera de estos profesionales de la salud:

  • Psicólogos: Te enseñan a expresar lo que sientes sin hacer daño a los demás ni a ti mismo.
  • Psicoterapeutas: Pueden ayudarte a ir más profundo, entender de dónde vienen tus reacciones y trabajar en ellas.
  • Centros de salud mental: Hay lugares donde puedes recibir ayuda profesional si no sabes por dónde empezar

¿Dónde acudir por ayuda?

Lo más importante es, como ya lo hemos mencionado, buscar ayuda profesional para recibir una evaluación adecuada y un tratamiento apropiado. Los psicólogos en línea es una buena opción, es una forma de acceder fácilmente a un profesional de la salud mental capacitado para darte un diagnóstico y, de ser necesario, un tratamiento para el trastorno pasivo agresivo, pero igual existen otras opciones de ayuda tales como:

  • Puedes buscar ayuda en clínicas psicológicas, centros de salud mental o terapia en línea.
  • En México, también existen líneas de apoyo como la Línea de la Vida (800 911 2000).
  • Plataformas como Terapify, donde puedes hablar con un psicólogo desde casa.

Tratamientos

El tratamiento será determinado por el experto, quien puede establecer una serie de sesiones de terapia psicológica con las que te ayudará a comprender mejor tus patrones de comportamientos y a desarrollar habilidades con las que puedas darles un mejor manejo a tus emociones. Pero estos son algunos de los más comunes:

  • Terapia psicológica: Es el tratamiento más importante. Un psicólogo te ayuda a reconocer lo que sientes y a expresarlo sin miedo ni indirectas.
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a cambiar los pensamientos y comportamientos negativos por formas más sanas de comunicarte.
  • Terapia de manejo emocional: Aprendes a identificar emociones como el enojo, la tristeza o el miedo, y a expresarlas sin dañar a otros.
  • Terapia individual o de grupo: Puedes trabajar solo con tu terapeuta o compartir con otros que también están aprendiendo a comunicarse mejor.

¿Qué más puede ayudarme?

Otros consejos que podemos darte son aprender técnicas de relajación, como respiración profunda, meditación, yoga, entre otras, para reducir el estrés y la ansiedad. Existen también estos otros:

  • Practicar la comunicación directa: Decir lo que piensas con respeto y sin miedo.
  • Aprender a poner límites: Saber cuándo decir “no” sin sentirte mal por eso.
  • Reconocer tus emociones: Saber cuándo estás enojado, triste o frustrado te ayuda a no explotar después.
  • Leer sobre inteligencia emocional: Hay libros y ejercicios que te ayudan a conocerte más.
  • Tener paciencia contigo mismo: Cambiar lleva tiempo, pero con esfuerzo y ayuda, se puede lograr.
  • Escribe lo que sientes: Si no puedes decirlo en el momento, escríbelo para aclarar tus ideas.
  • Practica la empatía: Piensa cómo se sienten los demás con tu forma de actuar.

Puedes practicar habilidades de comunicación efectiva para ser más asertivo, claro y respetuoso en tu comunicación. O algunas de los consejos que colocamos en la parte de arriba para llevar a cabo un mejor tratamiento de la conducta pasivo-agresiva.

Este contenido es informativo y ha sido revisado por nuestro equipo clínico. Ten en cuenta que no sustituye las recomendaciones personalizadas que un psicólogo puede darte en consulta. Si sientes que necesitas apoyo psicológico, no dudes en buscar ayuda. Aquí puedes encontrar psicólogos acreditados que están listos para ayudarte.

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Referencia

  • Mayo Clinic Staff. (2019, 19 de junio). Comportamiento pasivo-agresivo: cómo dejar de alimentar el ciclo. Recuperado el 5 de abril de 2023, de https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/adult-health/expert-answers/passive-aggressive-behavior/faq-20057901
  • Millon, T., Davis, R., & Millon, C. (1997). Personality disorders in modern life. Wiley.
  • Knapp, M. L., & Daly, J. A. (2011). The SAGE handbook of interpersonal communication (4th ed.). SAGE Publications.
  • Long, C. G., & Titone, A. (2019). Passive-aggressive personality: The effects of interpersonal behavior on health and well-being. Journal of Personality Disorders, 33(2), 255-269.

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