Los ansiolíticos son medicamentos utilizados para aliviar los síntomas de la ansiedad, como la preocupación excesiva, el nerviosismo, la tensión muscular, los ataques de pánico o el insomnio relacionado con el estrés. Actúan sobre el sistema nervioso central, ayudando a calmar la mente y el cuerpo.
Los ansiolíticos se recetan en casos donde la ansiedad interfiere con la vida diaria, y su uso debe estar siempre supervisado por un profesional de la salud. Aunque pueden ser muy efectivos, su consumo prolongado sin control puede generar dependencia o efectos secundarios. Por eso, suelen combinarse con otras formas de tratamiento, como la psicoterapia.
En este artículo hablamos de:
¿Qué son los ansiolíticos?
Los ansiolíticos son fármacos que actúan sobre el sistema nervioso para disminuir los síntomas de ansiedad, como la tensión, el miedo o la preocupación excesiva. En otras palabras son medicamentos que ayudan a las personas a sentirse más tranquilas cuando tienen ansiedad, estrés o ataques de pánico.
Actúan sobre el sistema nervioso central para disminuir la tensión, la inquietud y los niveles de estrés, ayudando a las personas a sentirse más tranquilas y relajadas. Aunque son efectivos para manejar la ansiedad, es crucial su uso bajo estricta supervisión médica debido a su potencial de dependencia y efectos secundarios.
Su mecanismo de acción suele involucrar la potenciación del neurotransmisor GABA. Es crucial su uso bajo supervisión médica para evitar complicaciones y asegurar un manejo adecuado de la ansiedad.
Características
Los ansiolíticos son medicamentos diseñados para reducir los síntomas de ansiedad. Aunque existen varios tipos, muchos comparten ciertas características que los hacen útiles, pero también delicados de manejar.
- Actúan sobre el sistema nervioso central: producen un efecto calmante o relajante.
- Reducen la ansiedad: el nerviosismo, la tensión y, en algunos casos, los síntomas físicos como palpitaciones o sudoración.
- Algunos tienen efecto sedante: por lo que pueden causar somnolencia o cansancio.
- Tienen un inicio de acción rápido: especialmente en el caso de las benzodiacepinas.
- Pueden generar dependencia si se usan por tiempo prolongado.
- Deben tomarse bajo prescripción médica: nunca por cuenta propia, puede recetarlo un profesional de la salud.
- Efectos secundarios: Algunos pueden ser mareos, confusión o alteraciones en la memoria.
- Se utilizan generalmente por periodos cortos: Corto tiempo o combinados con terapia psicológica para mejores resultados a largo plazo.
Tipos de ansiolíticos
- Benzodiazepinas: Como el diazepam y el alprazolam, son los más conocidos y utilizados para el tratamiento a corto plazo debido a su eficacia y rapidez de acción.
- Antidepresivos: SSRIs (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina) y SNRIs (Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Norepinefrina), aunque se usan principalmente para la depresión, también son efectivos para tratar la ansiedad a largo plazo.
- Buspirona: Específica para trastornos de ansiedad, no causa dependencia y es adecuada para el tratamiento a largo plazo.
- Antipsicóticos atípicos: En dosis bajas, pueden utilizarse para la ansiedad generalizada.
¿Para qué se utilizan los ansiolíticos?
Se recetan para tratar distintos problemas relacionados con el estrés y la ansiedad, pero solo en casos especiales y para esto primero debe de venir un diagnóstico de un especialista de la salud mental:
- Trastornos de ansiedad generalizada
- Ataques de pánico
- Fobias (como miedo a volar o hablar en público)
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
- Insomnio relacionado con ansiedad
- Síntomas físicos de ansiedad (palpitaciones, tensión muscular, etc.)
Los ansiolíticos no curan la ansiedad, pero ayudan a controlar los síntomas para que la persona pueda funcionar mejor en su día a día. Pero
¿Cómo funcionan los ansiolíticos?
La forma de funcionamiento de los ansiolíticos pasa por diferentes fases entre ellas podemos encontrar las siguientes:
- Actúan en el cerebro para ayudar a reducir la ansiedad y promover la relajación.
- Aumentan el efecto de ciertas sustancias naturales: llamadas neurotransmisores, que regulan cómo nos sentimos.
- El GABA es uno de estos neurotransmisores: Su principal función es “calmar” la actividad del cerebro.
- Las benzodiacepinas (como el diazepam o el alprazolam) hacen que el GABA funcione mejor, ayudando a que el cerebro se tranquilice más fácilmente.
Todos estos medicamentos ayudan a recuperar el equilibrio químico del cerebro, lo que permite manejar mejor el estrés y los nervios.
Efectos secundarios
Como todos los medicamentos, los ansiolíticos pueden provocar efectos no deseados:
- Somnolencia o sedación
- Mareos
- Confusión o desorientación
- Dependencia y tolerancia (especialmente con las benzodiazepinas)
- Cambios en el apetito o el peso
- Pérdida de memoria a corto plazo
- Dificultad para concentrarse
- Dependencia (si se usan por mucho tiempo)
- Síntomas de abstinencia al dejar de tomarlos abruptamente
Aunque pueden ser útiles, los ansiolíticos deben usarse con cuidado y bajo supervisión médica para evitar efectos secundarios graves.
¿Quién puede recetar ansiolíticos?
Solo profesionales autorizados pueden recetar estos medicamentos:
- Psiquiatras: son los más especializados para prescribirlos y dar seguimiento.
- Médicos generales: pueden recetarlos en casos leves o temporales.
- Médicos internistas o neurólogos: en algunos casos específicos.
Sin embargo, antes de iniciar un tratamiento con ansiolíticos, es crucial considerar:
- La historia clínica del paciente y posibles interacciones medicamentosas.
- La posibilidad de dependencia o abuso, especialmente con las benzodiazepinas.
- La importancia de seguir las dosis recomendadas por el profesional de la salud.
Precauciones al tomarlos
Es importante saber que no debes automedicarte y que todos estos medicamentos deben ser recetados por un profesional de la salud, estas son algunas de las otras precauciones que tomar:
- No automedicarse.
- No mezclar con alcohol u otras drogas.
- Seguir la dosis indicada por el médico.
- Evitar conducir o usar maquinaria si causan somnolencia.
- Informar al médico si hay embarazo o lactancia.
- No suspenderlos de golpe sin orientación médica.
Tomarlos de forma responsable y con orientación profesional es esencial para que sean seguros y efectivos.
¿Qué hacer si si los ansiolíticos causan efectos secundarios?
En algunos casos los ansiolíticos pueden tener efectos secundarios negativos, lo que puedes hacer en esos casos puedes hacer:
- Consulta al médico que te los recetó: Es la primera persona que debe saber lo que estás sintiendo. Puede ajustar la dosis, cambiar el medicamento o suspenderlo si es necesario.
- Acude con un psiquiatra: Si no fue un especialista quien te los recetó, un psiquiatra puede ofrecerte una evaluación más detallada y alternativas más seguras.
- Habla con psicólogo: Aunque no recetan medicamentos, pueden ayudarte a identificar si los síntomas están relacionados con el medicamento o con tu proceso emocional.
- Llama a una línea de atención médica: En muchos países existen líneas gratuitas donde puedes recibir orientación inmediata de profesionales. En México puedes marcar al 800 911 1117.
- Dirígete a un centro de salud o urgencias: Si los efectos son graves (como desmayos, dificultad para respirar, alteraciones mentales), no esperes. Busca atención médica de emergencia.
- Consulta en plataformas de salud mental en línea: Existen plataformas en línea como Terapify.com
Riesgos de suicidio
En algunos casos, especialmente en jóvenes y adolescentes, los ansiolíticos y antidepresivos pueden aumentar el riesgo de pensamientos suicidas. Es vital un monitoreo cercano por parte de profesionales de la salud durante las primeras semanas de tratamiento.
Si bien los ansiolíticos pueden ser una herramienta valiosa para manejar la ansiedad, la terapia psicológica ofrece beneficios duraderos sin el riesgo de dependencia. La terapia cognitivo-conductual (TCC), por ejemplo, ha demostrado ser particularmente efectiva para tratar diversos trastornos de ansiedad, enseñando a los pacientes a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a su ansiedad.
La importancia de buscar ayuda
Los ansiolíticos representan una opción de tratamiento importante para quienes sufren de ansiedad. Sin embargo, es fundamental abordar la ansiedad desde un enfoque integral, combinando el uso de medicamentos con terapias psicológicas.
La terapia psicológica no solo ayuda a manejar los síntomas de la ansiedad de manera efectiva sino que también equipa a los individuos con herramientas para enfrentar futuras adversidades.
Tener un proceso de sanación combinado entre pastillas para la ansiedad y terapia psicológica puede ser fundamental para tener mayores resultados. Recuerda que el suministros de estos medicamentos y los consejos sobre estos deben ser llevados por un profesional de la salud mental.
Este contenido es informativo y ha sido revisado por nuestro equipo clínico. Ten en cuenta que no sustituye las recomendaciones personalizadas que un psicólogo puede darte en consulta. Si sientes que necesitas apoyo psicológico, no dudes en buscar ayuda. Aquí puedes encontrar psicólogos acreditados que están listos para ayudarte.
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Fuentes
- Vallejo Ruiloba, J. (2013). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría (7.ª ed.). Elsevier España.
- Schatzberg, A. F., & Nemeroff, C. B. (2009). Psicofarmacología esencial de Stahl (3.ª ed.). Editorial Ariel.
- Sadock, B. J., Sadock, V. A., & Ruiz, P. (2015). Kaplan & Sadock. Sinopsis de psiquiatría: Ciencias de la conducta/psiquiatría clínica (11.ª ed.). Wolters Kluwer.