Pensamientos intrusivos: ¿cómo identificar y tratar?

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Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos no deseados que pueden aparecer en la mente de manera repentina y repetitiva. Estos pensamientos pueden ser perturbadores y a menudo son inapropiados o completamente ajenos a la situación actual del individuo. Es importante destacar que los pensamientos intrusivos son una experiencia común en la población general y no necesariamente indican una enfermedad mental.

Es importante diferenciar los pensamientos intrusivos de las preocupaciones cotidianas. Mientras que las preocupaciones son a menudo realistas y directamente relacionadas con situaciones de la vida, los pensamientos intrusivos son generalmente irracionales y no deseados. En este artículo te explicaremos cómo identificar los pensamientos intrusivos y cómo tratarlos.

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos son un componente central en el diagnóstico del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Estos pensamientos se definen como recurrentes, persistentes, y experimentados como intrusivos y no deseados. En la mayoría de los individuos, causan una marcada ansiedad o angustia. El individuo intenta a menudo ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o neutralizarlos con algún otro pensamiento o acción, que puede manifestarse como una compulsión.

Es importante notar que los pensamientos intrusivos no se limitan solamente al TOC, y pueden aparecer en otros contextos. Sin embargo, en el DSM-5-TR se destacan especialmente en relación con este trastorno. Los pensamientos intrusivos son pensamientos, impulsos o imágenes no deseados y recurrentes que pueden generar ansiedad y angustia significativas, y son un componente clave en el diagnóstico de ciertos trastornos mentales, como el TOC.

Tipos de pensamientos intrusivos

Los pensamientos intrusivos pueden clasificarse en varios tipos según su contenido y las emociones que generan en la persona que los experimenta:

  • Pensamientos violentos: estos pensamientos involucran ideas de causar daño a uno mismo o a otros, aunque la persona no tenga la intención real de hacerlo. Pueden incluir imágenes mentales de autolesión o agresión hacia seres queridos o incluso desconocidos.
  • Pensamientos sexuales: se refieren a deseos o fantasías sexuales que pueden ser moralmente cuestionables o inapropiados para la persona, como fantasías sexuales con personas inadecuadas (familiares, figuras religiosas, etc.).
  • Pensamientos blasfemos: incluyen ideas negativas o inapropiadas relacionadas con temas religiosos o espirituales. Pueden ser particularmente angustiantes para personas con fuertes creencias religiosas, y pueden incluir pensamientos blasfemos durante prácticas religiosas o creencias de estar poseído.
  • Pensamientos por trastornos: en trastornos como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y el Estrés Post-Traumático (TEPT), los pensamientos intrusivos pueden ser un síntoma central. En el TOC, los pensamientos intrusivos a menudo están relacionados con el miedo a la contaminación, la necesidad de simetría o el orden, mientras que en el TEPT, pueden estar relacionados con la reexperimentación de eventos traumáticos.
  • Pensamientos de muerte: están relacionados con eventos catastróficos o imaginar situaciones donde un familiar o amigo han fallecido, por lo que es importante identificarlo.
  • Pensamientos intrusivos negativos generales: estos suelen caracterizarse por imaginarse

Es importante reconocer que los pensamientos intrusivos negativos pueden ser un fenómeno común y no necesariamente indican la presencia de un trastorno mental. Sin embargo, cuando estos pensamientos son frecuentes es recomendable que busques terapia psicológica.

¿Cómo identificar un pensamiento intrusivo de una preocupación?

Identificar la diferencia entre un pensamiento intrusivo y una preocupación regular puede ser un poco complicado, pero hay algunas características clave que pueden ayudar a distinguirlos:

  • Naturaleza de los pensamientos: Los pensamientos intrusivos suelen ser involuntarios, aparecen de repente y son a menudo irracionales o sin relación con la situación actual. Por otro lado, las preocupaciones generalmente están relacionadas con problemas reales o situaciones de la vida diaria.
  • Contenido y tema: Los pensamientos intrusivos pueden tener temas perturbadores o tabú, como hacer daño a uno mismo o a otros, pensamientos sexuales inapropiados, o preocupaciones extremas sobre la religión o la moral. Las preocupaciones cotidianas suelen ser más mundanas y relacionadas con cuestiones como el trabajo, las relaciones, la salud, o las finanzas.
  • Respuesta emocional: Los pensamientos intrusivos suelen causar una angustia significativa. La persona puede sentirse asustada, avergonzada o confundida por tener estos pensamientos. Las preocupaciones, aunque también pueden ser estresantes, generalmente no provocan el mismo nivel de malestar emocional intenso.
  • Control sobre los pensamientos: Las personas con pensamientos intrusivos a menudo se sienten incapaces de controlar o detener estos pensamientos. En cambio, las preocupaciones generalmente pueden ser gestionadas o mitigadas a través de la planificación, la resolución de problemas, o el cambio de enfoque.
  • Impacto en el funcionamiento diario: Mientras que las preocupaciones pueden motivar a las personas a actuar y resolver problemas, los pensamientos intrusivos pueden ser tan abrumadores y perturbadores que interfieren con la capacidad de la persona para funcionar en su vida diaria.

Es importante tener en cuenta que si los pensamientos intrusivos o las preocupaciones están afectando significativamente la calidad de vida de una persona, es aconsejable buscar la orientación de un profesional de la salud mental. Pueden proporcionar un diagnóstico adecuado y recomendar el mejor curso de tratamiento.

Tratamiento para los pensamientos intrusivos

El tratamiento para los pensamientos intrusivos suele incluir una combinación de terapias psicológicas y, en algunos casos, medicamentos. Aquí te presento algunas de las estrategias y tratamientos más comunes:

  1. Terapia cognitivo-conductual (TCC): es uno de los tratamientos más efectivos para los pensamientos intrusivos, especialmente en casos de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). La TCC ayuda a los pacientes a entender y cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento, enseñándoles a enfrentar sus miedos y reducir la ansiedad.
  2. Mindfulness y meditación: Practicar la atención plena puede ayudar a las personas a ser más conscientes de sus pensamientos y a observarlos sin reaccionar de manera excesiva o juzgarlos.
  3. Medicación: Los medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden ser útiles, especialmente en casos donde los pensamientos intrusivos están asociados con trastornos como el TOC o la depresión.

Es importante recordar que cada persona es única, y lo que funciona para una puede no ser efectivo para otra. Por lo tanto, es fundamental buscar la ayuda de un profesional de la salud mental que pueda proporcionar un diagnóstico adecuado y desarrollar un plan de tratamiento personalizado. Además, el apoyo de familiares y amigos puede ser un componente valioso en el proceso de recuperación. Si buscas piscologos CDMX puedes encontrar en Terapify los más recomendados de la ciudad.

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