Cuando la familia duele: terapia familiar y problemas familiares

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La terapia familiar es la rama de la psicología aplicada que se encarga de estudiar e intervenir en las dinámicas de comunicación e interacción disfuncionales entre padres y madres, hijos, abuelos, tíos… Por ejemplo, riñas que se alargan durante años, falta de comunicación, desatención a las necesidades de una parte de la familia, y más. Ninguna familia es idílica. No existen los Ingalls más allá de la pantalla. Los temas con la familia dan para escribir libros enteros; de hecho, los hay… miles. Diferentes ópticas, teorías, estudios.

La psicoterapia familiar, como rama de la psicología aplicada, busca estudiar e intervenir en las dinámicas de comunicación e interacción disfuncionales entre padres y madres, hijos, abuelos, tíos, etc. Por ejemplo, discusiones que se prolongan durante años, falta de comunicación, desatención a las necesidades de una parte de la familia y más.

¿Qué es la familia?

La familia es la institución social humana más antigua, el nivel primario de adscripción. Está formada por individuos, pero también es parte del sistema social y responde a su cultura, tradiciones, etc. La familia, como espacio de pertenencia, debería poder brindarnos un cierto porcentaje de amor, sostén, seguridad, reconocimiento, aliento… nada es perfecto, lo sabemos, pero ese cierto porcentaje es necesario. Cuando algo de todo esto falla más de la cuenta, puede generarnos sufrimiento, malestares y ciertamente dificultades.

Problemas familiares: ¿cómo superarlos?

Cuando los problemas empiezan a surgir, generalmente en la adolescencia o la adultez, es momento de repensarse. Desde hace décadas, los profesionales de la psicología familiar han establecido una serie de pautas de conducta y claves psicológicas que pueden ser de gran ayuda para superar los problemas familiares. Estos son algunos puntos que pueden ayudar a superar los problemas familiares:

Gestiona las discusiones

Las discusiones familiares son obstáculos habituales a los que deben hacer frente la mayoría de las familias en todo el mundo. En ocasiones, se tiende a evitarlas en lugar de enfrentarlas y gestionarlas con éxito. Evitarlas, al contrario de lo que se cree,  y más allá de que pueda parecer una forma sencilla de convivir en familia, a largo plazo no resulta la decisión más adecuada o adaptativa.

Lo único que se consigue es acumular malestar que tarde o temprano acabará saliendo a la superficie a lo largo del día a día y la convivencia diaria. La recomendación profesional será siempre gestionar cualquier tipo de discusión que pueda generarse y hablar de los temas que sean necesarios abordar, sin ocultarlos.

Elegir el momento acertado para hablar sobre los problemas

Como en cualquier otra relación entre personas, resulta de gran importancia elegir en la medida de lo que se pueda, el momento y el lugar más adecuados para tratar temas delicados, o para solventar discusiones de todo tipo.

Es por eso por lo que se recomienda abordar este tipo de problemas cuando se disponga del tiempo necesario para hacerlo y cuando todos los miembros de la familia involucrados estén disponibles para dialogar durante el tiempo que sea menester.

Es igualmente recomendable no tratar temas sensibles cuando los ánimos estén caldeados, y esperar a que todas las personas implicadas en el conflicto se encuentren en disposición de hablar tranquilamente y sin echar más leña a la discusión previa.

Permitir a todos expresarse de igual forma

Para lograr gestionar con éxito cualquier problema que tenga lugar en el ámbito familiar es muy importante asegurarse de que todos tengan libertad para explicar su versión del conflicto. Esto contribuye a generar acercamientos, ya que cada persona sentirá que sus planteamientos son escuchados por los otros miembros.

Si cada persona expone su versión de manera tranquila y respetuosa, se podrá llegar tarde o temprano a un consenso generalizado entre todas las partes que satisfaga a los implicados.

Validar todas las opiniones

Respetar las opiniones de todos y cada uno de los miembros de la unidad familiar, incluso de los más pequeños. En familias con niños pequeños también es importante tener en cuenta su opinión o puntos de vista ante lo sucedido con el objetivo de que se sientan integrados y que su opinión es valorada entre los demás miembros, algo que sin duda contribuirá al desarrollo de su personalidad y su intelecto.

Poner en práctica la comunicación asertiva

La comunicación es esencial para resolver cualquier tipo de conflicto, y más aún lo es la forma y el estilo comunicativo que empleamos para relacionarnos con otros, en este caso, con los otros miembros de nuestra familia.

Los profesionales de la psicología llevan décadas estudiando las diferentes capacidades y aptitudes que existen para lograr una comunicación exitosa, es decir, las llamadas habilidades comunicativas.Las principales habilidades comunicativas son la escucha activa, la empatía, la validación emocional, la resolución de conflictos, el respeto y la capacidad de gestionar correctamente el lenguaje verbal y el no verbal.

Disculparse

Saber disculparse cuando uno se ha equivocado es esencial para el correcto desarrollo de cualquier relación humana y también en el caso de los conflictos familiares. Las disculpas sinceras son un signo de respeto y consideración hacia otra persona que ha sido agraviada. Sin embargo, también debe recordarse que toda disculpa debe ir siempre acompañada de actos de reparación del daño causado.

Pasar tiempo de calidad juntos

La mejor manera de solucionar conflictos o problemas familiares frecuentes consiste en pasar más tiempo juntos en familia. Pero no siempre más es mejor, lo importante es cómo es ese tiempo que pasen juntosEl poder compartir ayuda a fortalecer los lazos de unión entre seres queridos. Puede llevarse a cabo compartiendo actividades de ocio o dedicando los fines de semana a realizar actividades en familia.

Terapia familiar

Acudir a un profesional de la salud mental y en lo posible, especializado en terapia familiar, es una de las mejores decisiones que se pueden tomar cuando exista un conflicto grave, o bien, cuando sea difícil lograr una solución al problema. Un terapeuta experto en este ámbito sabrá identificar patrones de conducta negativos, poner el foco en las causas del problema y será capaz de concebir el problema con perspectiva.

Si tienes dudas, te cuestionas, te angustias, o te interesaría seguir ampliando o profundizando… No dejes de consultar a un profesional de la salud mental.
¡Porque no hay salud sin salud mental!

María Florencia Rodriguez Mon es una psicóloga especialista en la terapia cognitivo conductual con ella abordarás aquellos pensamientos, conductas y emociones que te llevan a tener conductas y reacciones desadaptativas. Agenda una cita con ella

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