La demencia es un conjunto de enfermedades que afectan la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. No es una condición única, sino un término amplio que abarca varios trastornos neurológicos. A medida que avanza, puede interferir con la independencia de la persona y con sus relaciones familiares y sociales.
Las personas con demencia pueden experimentar olvidos frecuentes, dificultad para comunicarse, cambios emocionales, alteraciones en el juicio y desorientación. Aunque es más común en adultos mayores, no es parte normal del envejecimiento.
Muchas veces, la familia nota los cambios antes que la persona, lo que hace muy importante solicitar evaluación médica temprana. En muchos casos, los cuidados emocionales y el acompañamiento a través de terapia psicológica son fundamentales para mejorar la calidad de vida del paciente y de quienes lo rodean.
En este artículo hablamos de:
¿Qué es la demencia?
La demencia es una enfermedad cerebral progresiva que deteriora funciones como la memoria, el razonamiento, el lenguaje, la capacidad de planificar y resolver problemas. Las personas pueden tener dificultades para recordar eventos recientes, seguir conversaciones, manejar dinero o realizar tareas que antes hacían sin esfuerzo. El deterioro no pasa de un día a otro, sino que avanza gradualmente.
Es crucial entender que la demencia no es lo mismo que olvidar cosas de vez en cuando. En la demencia, los olvidos se vuelven persistentes, interfieren con la vida diaria y están acompañados de otros cambios cognitivos. La intervención temprana, el apoyo familiar y recursos como terapia psicológica o apoyo emocional online pueden ayudar a sobrellevar el impacto emocional y a desarrollar estrategias para convivir con la enfermedad.
Síntomas
Los síntomas de la demencia no son iguales en todas las personas, pero suelen afectar el pensamiento, la memoria, el comportamiento y la capacidad de realizar actividades cotidianas. Es importante notar que estos síntomas no se presentan de forma aislada, sino como un patrón progresivo.
- Olvidos frecuentes: La persona no solo olvida cosas pequeñas, sino información importante que antes recordaba con facilidad, como citas, conversaciones o lugares.
- Dificultad para comunicarse: Hablar, encontrar palabras o seguir una conversación se vuelve complicado, lo que puede generar frustración o aislamiento.
- Desorientación: La persona puede confundirse sobre fechas, lugares o incluso sobre quiénes son algunas personas cercanas.
- Cambios emocionales: Puede haber irritabilidad, tristeza, ansiedad, apatía o reacciones exageradas sin razón aparente.
- Pérdida de habilidades diarias: Actividades como cocinar, manejar dinero, asearse o usar tecnología pueden volverse difíciles.
Reconocer estos síntomas a tiempo permite buscar acompañamiento profesional, apoyo familiar y evaluación médica. La terapia psicológica y el acompañamiento emocional online pueden ayudar a reducir la angustia del paciente y de sus cuidadores.
Causas
La demencia tiene múltiples causas relacionadas con cambios en el cerebro. Aunque algunos casos tienen origen genético, otros están asociados a enfermedades, lesiones o factores del estilo de vida.
- Enfermedades neurodegenerativas: Trastornos como Alzheimer, Parkinson o Huntington causan deterioro progresivo de células cerebrales.
- Accidentes cerebrovasculares: Los problemas en la circulación del cerebro pueden dañar regiones responsables de la memoria y el pensamiento.
- Factores genéticos: Algunas personas tienen antecedentes familiares que aumentan el riesgo, aunque no siempre significa que desarrollarán demencia.
- Estilo de vida: El sedentarismo, la mala alimentación, el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar la probabilidad de deterioro cognitivo.
- Traumatismos craneales: Golpes fuertes o repetidos en la cabeza, como en accidentes o deportes de contacto, pueden acelerar el deterioro cognitivo.
Comprender las causas ayuda a orientar la prevención y el manejo. Buscar un diagnóstico temprano, junto con apoyo emocional y terapia psicológica, puede marcar una diferencia significativa en el bienestar y la calidad de vida.
Tipos de demencia
Existen diversos tipos de demencia, cada uno con su origen, evolución y características particulares. Algunos se relacionan con enfermedades neurodegenerativas, mientras que otros tienen que ver con problemas vasculares o lesiones cerebrales. Aunque comparten síntomas, cada tipo afecta al cerebro de manera diferente.
Conocer los tipos de demencia ayuda a los cuidadores, familias y profesionales a identificar señales, planear cuidados y tomar decisiones informadas. La intervención multidisciplinaria, como atención médica, apoyo emocional y terapia psicológica online, puede mejorar significativamente la calidad de vida tanto del paciente como de quienes lo acompañan.
1. Demencia tipo Alzheimer
La demencia tipo Alzheimer es la más común y representa la mayoría de los casos. Se caracteriza por depósitos anormales de proteínas en el cerebro que dañan las neuronas, afectando progresivamente la memoria, el razonamiento y el comportamiento. Los olvidos comienzan de forma gradual y empeoran con el tiempo, dificultando cada vez más las tareas cotidianas.
A medida que avanza, puede afectar la orientación, el lenguaje, la personalidad y la capacidad de reconocer a personas cercanas. El apoyo emocional, terapia psicológica o intervención online puede ayudar a la familia a enfrentar los cambios, comprender la enfermedad y fortalecer el cuidado.
2. Demencia vascular
La demencia vascular se debe a problemas en los vasos sanguíneos del cerebro, muchas veces después de un accidente cerebrovascular o de enfermedades cardiovasculares. La circulación se ve afectada, dañando áreas cerebrales responsables de la memoria y del pensamiento.
Los síntomas pueden aparecer de forma abrupta o gradual, y se relacionan con el nivel del daño vascular. Trabajar en el manejo de factores de riesgo como hipertensión, colesterol o diabetes ayuda a retardar el avance. La terapia emocional y psicoeducación puede brindar herramientas a la familia para sobrellevar los cambios.
3. Demencia con cuerpos de Lewy
Este tipo de demencia se asocia con acumulación de proteínas llamadas cuerpos de Lewy dentro de las neuronas. Causa fluctuaciones cognitivas, problemas de memoria, alucinaciones visuales y síntomas motores similares al Parkinson.
Las personas pueden experimentar periodos de lucidez y luego gran confusión, lo que puede ser desconcertante para la familia. El acompañamiento psicológico, ya sea presencial o online, ayuda a manejar el estrés, la ansiedad y el desgaste emocional que suele acompañar esta condición.
4. Demencia frontotemporal
La demencia frontotemporal afecta principalmente el comportamiento, las emociones y el lenguaje, debido a la alteración de los lóbulos frontales y temporales. Es más común en adultos jóvenes en comparación con otros tipos de demencia.
Las personas pueden mostrar cambios de personalidad, impulsividad, comportamientos repetitivos, dificultad para hablar o entender el lenguaje. La terapia psicológica puede ayudar a comprender los cambios emocionales y aportar herramientas para el cuidado.
5. Demencia mixta
La demencia mixta ocurre cuando una persona tiene más de un tipo de demencia, como Alzheimer y demencia vascular al mismo tiempo. Esto vuelve los síntomas más complejos y diversos.
El manejo requiere evaluación médica detallada, educación familiar y apoyo psicoterapéutico para afrontar el impacto emocional, tanto del paciente como del cuidador.

Diferencias entre demencia y envejecimiento normal
En el envejecimiento normal, los olvidos ocasionales son comunes —por ejemplo, extraviar llaves o tardar en recordar un nombre—, pero no afectan la independencia ni la capacidad para tomar decisiones. La memoria y la rapidez mental pueden disminuir, pero no impiden llevar una vida cotidiana plena.
En cambio, la demencia implica olvidos persistentes, desorientación, cambios en el juicio y dificultades para realizar tareas básicas. No es parte natural del envejecimiento. Afecta la vida diaria, la memoria reciente, el comportamiento y las emociones. Identificar la diferencia permite actuar a tiempo, buscar diagnóstico y apoyo profesional.

Diagnóstico
El diagnóstico de demencia requiere evaluación médica integral que incluya historia clínica, pruebas cognitivas, estudios neurológicos y, en algunos casos, análisis de sangre o estudios de imagen cerebral. El proceso ayuda a conocer la causa del deterioro, descartar otras enfermedades y planear el tratamiento adecuado.
También es útil complementar el diagnóstico con observaciones familiares y evaluación psicológica. La intervención emocional y educación sobre la enfermedad permite a los cuidadores y familiares comprender los cambios y reducir el desgaste emocional asociado.
Tratamiento
La demencia no tiene cura, pero existen tratamientos que ayudan a retrasar su progresión, manejar síntomas y mejorar la calidad de vida.
- Medicamentos específicos: Algunos fármacos ayudan a retrasar el deterioro cognitivo y controlar síntomas como agitación o ansiedad.
- Estimulación cognitiva: Actividades como lectura, ejercicios mentales o interacción social fortalecen la memoria y habilidades mentales.
- Terapia psicológica: Un psicólogo online puede acompañar a pacientes y cuidadores, ayudando a manejar emociones, estrés y adaptación.
- Educación y apoyo al cuidador: Enseñar estrategias para el manejo de conductas, rutinas y autocuidado mejora el bienestar familiar.
- Modificación del estilo de vida: Dieta sana, ejercicio, control de enfermedades cardiovasculares y reducción del estrés favorecen el funcionamiento cognitivo.
El tratamiento debe ser integral y personalizado. La combinación de medicina, apoyo familiar, terapia psicológica y acompañamiento emocional ayuda tanto al paciente como al cuidador a vivir con mayor bienestar.
¿Qué hacer si se tiene un familiar con demencia?
Cuando una familia tiene un ser querido con demencia, es fundamental buscar apoyo profesional desde el inicio. El proceso de diagnóstico puede requerir tiempo, ya que se deben descartar diferentes enfermedades antes de llegar a una conclusión clara. Por ello, acudir cuanto antes a especialistas como geriatras, psiquiatras, neurólogos o neuropsicólogos permite obtener una atención adecuada y comprender el avance del deterioro. Estas son algunas de las cosas que puedes hacer:
- Buscar atención especializada: Es fundamental: Acudir a geriatras, psiquiatras, neurólogos o neuropsicólogos para obtener un diagnóstico preciso y seguimiento profesional.
- Consultar al médico de cabecera: Es necesario: Informar sobre cualquier cambio en la memoria, conducta o comportamiento para recibir orientación temprana.
- Acompañar emocionalmente a la familia: Es natural: La familia vive un proceso de duelo, ajustes continuos y emociones complejas que requieren comprensión y apoyo mutuo.
- Cuidar la salud integral: Es recomendable: Mantener una alimentación balanceada, descanso adecuado, actividad física ligera y hábitos que favorezcan el bienestar general.
- Atender la salud emocional: Es importante: No guardar experiencias dolorosas, identificar emociones difíciles, expresarlas de forma asertiva y buscar ayuda psicológica si es necesario.
- Estimular la mente y las relaciones: Es útil: Fomentar actividades sociales, ocio, lectura, conversación y evitar que la tecnología reemplace completamente las funciones intelectuales.
- Dedicarse tiempo personal: Es saludable: Escapar un día, hacer algo diferente o reconectar con actividades personales ayuda a recargar energía emocional.
Afrontar la demencia requiere paciencia, atención médica especializada, cuidado emocional y acompañamiento familiar. La prevención, el equilibrio de vida y el bienestar psicológico también forman parte esencial del proceso de cuidado a largo plazo.
¿Dónde buscar ayuda?
La demencia requiere un enfoque multidisciplinario, donde médicos, neurólogos, psicólogos y terapeutas trabajan juntos para apoyar al paciente y a la familia.
- Centros médicos especializados: Evaluaciones neurológicas y pruebas diagnósticas confiables.
- Psicólogo en línea: Acompañamiento emocional continuo sin necesidad de desplazamientos, ideal para cuidadores con poco tiempo como Terapify.
- Terapia psicológica familiar: Apoyo para comprender los cambios, fortalecer el vínculo con el paciente y aprender técnicas de cuidado.
- Grupos de apoyo: Intercambio de experiencias con otras familias que enfrentan situaciones similares.
- Programas comunitarios: Actividades cognitivas, recreativas y sociales para pacientes.
Buscar ayuda es un acto de cuidado hacia el paciente y hacia quien lo acompaña. La terapia psicológica y el acompañamiento online hacen el proceso más humano, cercano y sostenible.
La importancia de cuidar de ti
Cuidar a una persona con demencia puede ser emocionalmente desafiante. El desgaste físico, mental y social es real. Los cuidadores pueden experimentar ansiedad, tristeza, agotamiento emocional y sobrecarga. Por eso, el autocuidado es indispensable: pedir ayuda, organizar rutinas, delegar tareas y tener espacios de descanso.
Acceder a apoyo emocional, ya sea terapia psicológica o acompañamiento online, ayuda a procesar sentimientos, tomar decisiones con claridad y mantener equilibrio emocional. Cuidar de ti no es egoísmo; es esencial para poder brindar un cuidado más humano, paciente y compasivo.
Fuentes
- Alzheimer’s Association. (2022). 2022 Alzheimer’s Disease Facts and Figures. Alzheimer’s & Dementia.
- Burns, A., & Iliffe, S. (2009). Dementia. BMJ, 338, b75.
- O’Brien, J. T., & Thomas, A. (2015). Vascular dementia. The Lancet, 386(10004), 1698–1706.
- Gorno-Tempini, M. L., et al. (2011). Frontotemporal dementia. Neurology, 76(11), 1006–1014.
- McKeith, I. G., et al. (2017). Dementia with Lewy bodies. The Lancet Neurology, 16(4), 394–405.
Preguntas frecuentes sobre la demencia
Respuestas claras a dudas comunes sobre los síntomas, evolución emocional y apoyo psicológico ante la demencia.
Algo que me distingue es la capacidad de asombro, ya que día a día el mínimo o máximo detalle que se cruza en mi camino hace que mi sentido de vida sea fuerte. Me agrada conocer nuevas personas, lugares y experiencias ya que ello me ha hecho extender mis conocimientos y anclar en mí, la necesidad de explorar espacios donde no muchos se atreven por el simple hecho de dar voz a las necesidades e intereses de diversas personas.


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